Descubre tu potencial y encuentra tu propio camino hacia la felicidad.
Comprensión
Sobre mi
Me llamo Conchi, soy de Sevilla, soy Trabajadora Social Clínica, Terapeuta, mujer, hija, esposa, madre…
Creo que si algo define mi personalidad es la Empatía. Siempre he tenido una sensibilidad especial para poder percibir los sentimientos de los demás y una tendencia natural a querer acompañarlos.
¿por qué escogerme?
Mi objetivo y mi vocación es poder darte la mano en este camino hacia el autodescubrimiento, hacia una percepción nueva de ti mism@ y de la realidad, encontraremos junt@s nuevos senderos y nuevas formas de vivir y de manejar tu vida y tus emociones, para ser más fiel a ti mism@, más auténtic@ y, ojalá, más feliz.
Cercanía y comprensión.
Voy a tratarte como deseo que me traten a mí. Con respeto, con comprensión y sin juicio. Conmigo encontrarás un espacio donde poder abrirte sin miedo.
Espacio seguro.
Todo lo que se trata en sesiones es confidencial, podrás abrir cualquier tema, sacar cualquier emoción, lo trabajaremos con respeto y con la importancia que merece.
Experiencia y Formación.
Tengo más de 10 años de experiencia en Trabajo Social y Trabajo Social Clínico. No he dejado de formarme nunca para poder ofrecer lo mejor a las personas que confían en mí y no dejaré de hacerlo porque tu bienestar es importante para mí.
Vivencias como la tuya.
En mis años de vida he tenido muchas experiencias vitales, he pasado malas rachas, dificultades, miedos, inseguridades… He trabajado en mí, sigo trabajando en mí. Puedo comprender lo que sientes o lo que vives, porque seguro que, de algún modo, también lo he vivido.
No dejes pasar la oportunidad para mejorar tu vida, te acompañare en cualquier momento de tu vida.
Fue difícil tomar la decisión de acudir a terapia. Tenía mucho miedo de contar ciertas cosas que me hacían sentir como loca o mala persona. Es la mejor decisión que he tomado. He encontrado un lugar de intimidad, respeto, donde puedo contar cualquier cosa sin miedo. Estoy descubriendo quién soy y entendiendo lo que me pasa. Mi vida cada vez es más tranquila y cada vez me siento un poco más libre.
Llegué a Conchi cuando fui madre por segunda vez. Un pánico que no conocía, una ansiedad que nunca había sentido y un montón de tristeza, se habían apoderado de mí. Me sentía mala madre, no entendía cómo me podía estar pasando esto si ser madre tendría que ser lo mejor del mundo... Ha sido un antes y un después entender lo que me pasaba, saber que no soy la única a la que le pasa, aprender a manejar esas emociones, aceptarlas, respetarme, y a la vez dar pasos para mejorar. Gracias por todo.